51 piezas movibles

…o cómo menos realmente es más

Estando en Barcelona durante el MWC 2015 una persona me preguntó por qué uso ese reloj. Se refería a un Swatch Sistem 51, cuesta menos de 150€ y es, en su mayoría, de plástico (además de ser un simple Swatch).

La pregunta probablemente venía del hecho que soy un gran fanático de los relojes y siento una verdadera pasión por la técnica — que se asemeja más a un arte — de construir relojes. ¿Qué hago yo con un simple reloj de plástico?

Pero el Swatch Sistem 51 me resulta sumamente interesante, tiene un significado muy especial y supone una de esas revoluciones que a nadie le importa, pero probablemente cambie más cosas de las que nos imaginamos. Con este modelo, Swatch consiguió fabricar un reloj mecánico (no necesita baterías) que es ensamblado de forma totalmente automatizada y que requiere de apenas 51 piezas.

Tanto el ensamblaje automatizado con la mecánica interna que requiere menos piezas significa menos posibilidades de mantenimiento, menos propenso a fallos y por lo tanto más duradero. Este cambio radical en la forma de funcionar del reloj mecánico tiene la posibilidad de cambiar, y en el proceso abaratar, la fabricación de relojes mecánicos. De hacerlos más eficientes y mejorar la satisfacción al cliente al reducir posibles problemas.

Para mi es un ejemplo maravilloso de que menos es más.

Y esa es la razón más grande por la cual me gusta llevarlo. Me recuerda constantemente un principio en el que creo firmemente, que sirve de poco repetirlo hasta el cansancio si no lo practicas en tu vida diaria y a mi me sirve de nada si no lo practico en la compañía que dirijo.

Menos es más fue el principio de un tren de pensamiento que se convirtió en la base de una transformación sumamente necesaria en Hipertextual, que anuncié el 5 de noviembre de 2014 y se terminó de completar hace un poco más de un mes.

Es fácil mirar hacia atrás, conectar los puntos y darte cuenta de cuando haces las cosas bien, pero cuando lo anunciamos no teníamos idea si funcionaría bien o mal. Salimos de nuestra zona de confort, y aunque muy dentro sentía que funcionaría, todo apuntaba a que sería una decisión que atraería tantas dificultades en el camino que tendríamos que atravesar por unos meses sumamente complicados.

Pero hoy puedo escribir con toda seguridad que fue la mejor decisión que se ha tomado en mucho tiempo en Hipertextual, que nos ha permitido enfocarnos en lo importante, tomar decisiones reales que no están fragmentadas y que nos permite empezar a recorrer el camino en el que siempre habíamos querido estar. Que nos permite trabajar bien en una cosa sin la necesidad de tener que repetirlo, en nuestro caso, 14 veces más, una por cada publicación que antes teníamos.

El crecimiento que Hipertextual está experimentando no hubiese sido posible si manteníamos el modelo previo, el de la “red de blogs”. Y es un testamento claro de la importancia que tiene el salir de la zona de confort, de cuestionar todo, inclusive la esencia misma de lo que construiste por años.

Pero sobre todo es un testamento a la invaluable importancia que tiene el talento dentro de una empresa. Nada, absolutamente nada, de lo que está sucediendo ahora mismo en Hipertextual sería posible sin el maravilloso equipo que hay dentro de la compañía.

Y yo no sería nada sin todos y cada uno de ellos.